EL
MUNDO
11
septiembre 2016
María Víllora
Que practicar deporte de manera moderada es necesario para
mantener el cuerpo en forma (y el organismo sano) no es un secreto para nadie.
Pero además puede ser un aliado contra el envejecimiento prematuro del rostro.
¿Cómo?
Desde dos frentes: tanto con ejercicios faciales que estimulan los músculos
como practicando disciplinas que mejoran el aspecto de la piel y refuerzan su
estado óptimo.
Ejercicio... de la cara
"La
gente que menos gesticula es la que menos arrugas tiene", sentencia Elia
Roo, dermatóloga de la Academia de Dermatología (AEDV). Las de la frente, las
patas de gallo y las que salen en la comisura de los labios, denominadas líneas
de expresión, son las que más delatan los gestos habituales y las emociones. La
inyección de toxina botulínica para relajar el músculo es una de las opciones
más demandadas, pero como no todo el mundo está dispuesto a pincharse, "la
gimnasia facial puede ser útil para reducirlas", explica la doctora Rosa
Ortega (de la AEDV). "Existen ejercicios para la cara que tonifican,
desarrollan la masa muscular y reeducan los gestos que provocan esas arrugas
tan características", prosigue.
Hay que
situarse ante un espejo y sujetar con las yemas de los dedos las zonas donde
trabajan los músculos (el frontal, los orbiculares y
sobre los que apoyan pómulos, mejillas y cuello) que se quiere estimular. Los
movimientos deben presionar y moverse en sentido contrario a las contracciones
musculares. Se hace de forma lenta, unos 30-40 segundos por zona con varias
repeticiones. Para ver resultados, a partir de los 35 años habría que ejercitar
el rostro a diario.
El yoga que quita años
"El
equilibrio total que se consigue con el yoga se traslada a la piel en forma de
luminosidad", explica Pilar Losada, cofundadora del Centro Mushin. Una de las máximas de esta disciplina es que todo
está conectado; al practicarla de manera regular se reducen el estrés y la
oxidación celular, que causan arrugas y flacidez. La respiración ('pranayama'), que se practica de manera consciente, rítmica
y profunda, aumenta la oxigenación de la sangre y la eliminación de toxinas.
Cuando el paso de los años se manifiesta en el cuerpo a través de la falta de
firmeza, "son las posturas (asanas) que se
realizan de pie las que tonifican los músculos de caderas, cintura, piernas y
muslos", resalta Losada.
Existe
también un yoga facial: una serie de gestos que va adoptando la cara,
ayudándose o no de manos, dedos o puños, que reafirman el rostro. El
dermatólogo Mukta Sachdev,
del Hospital Manipal en Bangalore (y colaborador de Clinique), aclara que "deben realizarse de una manera
regular para conseguir beneficios y complementarse con hábitos
saludables". Una sesión de esta disciplina puede durar hasta 90 minutos.
Pedalear para
estirar la piel
Un
hurra para las fieles al gimnasio porque serán premiadas con rostros más
jóvenes. "Los ejercicios aeróbicos como montar en bicicleta o subirse a la
elíptica ayudan a quemar grasa; si se combinan con musculación, también se gana
en volumen y tersura facial. La piel es un órgano y, como tal, necesita que la
circulación sanguínea sea la correcta para nutrirse de los alimentos y el
oxígeno que lleva consigo. La actividad física potencia así un buen tono del
cutis", explica Mariano Aicardi, 'fitness manager' de Caroli Health Club. José Antonio Fernández, entrenador y director
técnico de BodyOn, añade: "Al realizar ejercicio
se incrementa la concentración de glóbulos rojos que reactivan vitaminas y
proteínas, lo que se traduce en un aspecto más firme y elástico".
Por
otra parte, la sudoración lógica que se produce al realizar una actividad
física conlleva la eliminación de las toxinas acumuladas en el organismo,
limpiando los poros y permitiendo que el cutis respire mejor. Un ejercicio
moderado es suficiente para notar los beneficios. "Caminar todos los días
30 minutos o correr contribuye a regenerar y fortalecer las estructuras
musculares que aportan tonicidad y firmeza", anota Fernández. El movimiento
provoca que el cuerpo produzca elastina y colágeno, dos aliados contra el
envejecimiento. Pero cuidado, tampoco hay que pasarse. "Correr una media
de tres horas semanales es suficiente. En exceso, y sin una hidratación
adecuada, puede producirse el efecto contrario: una tez apagada y
flácida", advierte.